Está muy indicada para proporcionar una alta hidratación en capas profundas de la piel así como tratar dolores musculares, artrosis, artritis, tendinitis, contracturas, torceduras entre otros. Usada en tratamientos de fisioterapia y en rehabilitación y en el ámbito de la estética para lucir una piel suave y sana, sobre todo en manos y en pies durante la manicura y pedicura. También estimula la circulación sanguínea ya que el calor actúa como vasodilatador aumentando el nivel de flujo de sangre en las venas.
Contraindicaciones :
Alteraciones varicosas, Flebitis, Diabetes, Heridas o úlceras, Estado cardiovascular inapropiado, Alteraciones de la sensibilidad, Pérdida de conciencia.
Pasos a seguir para un correcto tratamiento de parafina:
Derretir la parafina, debe estar caliente (47-50 grados)
Desinfectamos manos o/y pies
Limpiamos con exfoliante la zona seleccionada
Aplicamos mascarilla hidratante
Se podrá aplicar la parafina introduciendo la mano en el calentador de parafina o bien aplicando la parafina con una brocha. Repetir el paso varias veces hasta conseguir una capa gruesa de parafina para que mantenga bien el calor dentro
Importante separar los dedos mientras se hace el tratamiento para que no queden pegados
Seguidamente, rodea el área del tratamiento con una bolsa de plástico. Después, cúbrela con toallas para que conserve la temperatura por más tiempo Una vez se haya enfriado (15-20 min), ya se puede retirar la parafina cuidadosamente
Aplicamos una crema hidratante
Para obtener un resultado positivo duradero, se recomienda de 5 a 10 sesiones. La pausa entre ellos es de 5-7 días.
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